Don Juan era un pequeño agricultor que se dedicaba a cortar café en las montañas de Santa Barbara. Al no tener fuentes de ingreso mas que su pequeño cultivo de café, comenzó a vender el café molido en bolsas transparentes. El sabor de su café tostado artesanalmente sobre latones en fogones de leña, cautivó a los pobladores cercanos y en poco tiempo, su café era tan conocido que llego a oídos de una empresa comercializadora de café y pudo vender su receta que se ha mantenido en el pueblo hondureño por siglos.